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ORIGENES DEL ARTE DEL REJONEO EN ESPAÑA
Para hablar del rejoneo tal y como lo conocemos en la actualidad, debemos remontarlos a la corrida caballeresca. Las primeras noticias que tenemos de este tipo de corridas datan del siglo XIII, aunque el punto más alto lo alcanza durante el reinado de Felipe IV. En el siglo XVIII empieza su declive, lo que se entiende perfectamente si tenemos en cuenta que el auge y la decadencia de esta corrida está en relación con la evolución de la nobleza, ya que los nobles eran quienes tenían derecho a montar a caballo. El origen de la corrida caballeresca tiene mucho que ver con el auge de la monta a la jineta. Con ella se abandonan los largos estribos de la Alta Edad Media que utilizaban los caballeros en las batallas, por unos estribos más cortos que hacen ir al jinete con las rodillas flexionadas. Esta monta permitía dominar mucho mejor al caballo, lo que hacía posible los alardes de los caballeros frente al toro. Las noticias que nos han llegado sobre la celebración de estas fiestas de toros aluden siempre a sucesos extraordinarios, relacionados siempre con los compromisos matrimoniales de reyes y nobles, las bodas, nacimientos, y también la presencia de algún monarca en una ciudad con motivo de un viaje. En la corrida caballeresca, el que rejoneaba se basaba en la movilidad y en la doma para poder burlar al toro y así someterle al castigo de los rejones, o las banderillas. Vemos que, básicamente, el rejoneo de entonces es similar al de hoy. Lo único que ocurre es que los caballeros han ido adquiriendo y mejorando la técnica. El declive del toreo a caballo por parte de la nobleza llega con el reinado de los borbones en España. Tanto, que con esta dinastía la nobleza abandona la práctica del toreo a caballo. Los jinetes desaparecen de la plaza, aunque no del campo, mientras en Portugal permanece viva la corrida de rejones en público.
LA RESURRECIÓN DE ANTONIO CAÑERO
La resurrección del toreo a caballo en España llega de la mano de Antonio Cañero, que por un lado recupera la tradición del siglo XVII, entronca con el rejoneo portugués que no dejó de practicarse, y además convierte la tradición campera en espectáculo y recrea el toreo a caballo, asimilando en él los tres tercios en que estaba dividida la lidia a pie (recibir al toro, clavar rejones de castigo, banderillas y darle muerte). Cañero, gran jinete cordobés, hijo de un profesor de equitación, se presentó por primera vez como profesional en la plaza de San Sebastián el 2 de septiembre de 1923, vistiendo traje campero, iniciando así una tradición que se ha mantenido hasta nuestros días, diferenciando así el atuendo con el del rejoneo portugués (‘a la Federica’) que se remonta al siglo XIII. Con Antonio Cañero resucita el arte del toreo a caballo y aparece una serie de grandes nombres que forman parte de su propia historia. Es en los años treinta cuando vuelve a hacerse habitual la presencia de los jinetes en las plazas, aunque hasta la década de los sesenta lo más habitual era que los rejoneadores se presentasen incluidos en los carteles de las corridas a pie, con la lidia de un único toro. Con Antonio Cañero resucita el arte del toreo a caballo y aparece una serie de grandes nombres que forman parte de su propia historia. Entre los protagonistas sobresalen las figuras de Simao Da Veiga, João Nuncio, Conchita Cintrón, Duque de Pinohermoso, la excepcional figura de don Álvaro Domecq y Díez, Angel y Rafael Peralta, Álvaro Domecq Romero, José Samuel Lupi, Manuel Vidrié, João Moura, Fermín Bohórquez Escribano, Javier Buendía, Antonio Ignacio Vargas, Curro Bedoya y otros muchos que harían interminable esta relación.
“LOS JINETES DE LA APOTEOSIS”
Durante la década de los años sesenta, los rejoneadores empiezan a prodigarse en los carteles y constituyen por sí mismos un reclamo de gran trascendencia en las taquillas. Ya no hablamos de rejoneadores que completan los carteles de los toreros de a pie, sino de ternas y cuartetos de caballeros. Así ocurrió, por ejemplo, con los denominados ‘Jinetes de la apoteosis’, un grupo integrado por cuatro caballeros (Ángel y Rafael Peralta, Álvaro Domecq Romero y José Samuel Lupi) que actuaron juntos en un mismo cartel, en un gran número de corridas, teniendo una gran acogida entre los públicos, y dando origen a un nuevo tipo de festejo. Es tal la importancia de este cuarteto, motivada por los espectaculares éxitos alcanzados por el rejoneador sevillano Ángel Peralta, que institucionaliza el rejoneo por parejas formando collera con su hermano Rafael; la irrupción en los ruedos de Álvaro Domecq Romero, que aporta al rejoneo una fuerza, una emoción y un temple torero del que antes carecía; y la presencia de José Samuel Lupi, cuyos espectaculares quiebros en la realización de las suertes tienen un gran impacto en los públicos, que se propicia la celebración de las corridas completas de rejones y da origen a este nuevo tipo de festejo en el que participan cuatro caballeros, que actúan primero por orden de antigüedad, y en los dos últimos toros por parejas. Todavía hoy sigue imperando el toreo por colleras, a pesar de que cada vez se hace más extensa la costumbre de ajustarse a la fórmula tradicional de la corrida a pie, es decir, tres caballeros con seis toros. Con ello se estimula más la competencia entre los jinetes, y el público puede saborear mejor su arte.
EL AUGE DE LA ACTUALIDAD
Nadie puede negar que estos años que vivimos suponen una nueva explosión del arte del toreo a caballo. Son muchas las circunstancias que han determinado el éxito de este tipo de festejos. La fuerte competencia entre los rejoneadores y las innegables dotes de muchos de ellos, han redundado en beneficio de un arte, que tiene un público específico y fiel que llena las plazas. Además, la enorme evolución experimentada en la lidia; la técnica, la plasticidad y el temple que rodea la ejecución de las suertes, y la belleza y la perfección de la doma de los caballos toreros determinan el esplendor de este espectáculo hoy en día. Y qué duda cabe que una figura destaca sobre todas: Gines Cartagena, quien situó el rejoneo en una cumbre insospechada. En los últimos años, deben destacarse los nombres ya consagrados como Pablo Hermoso, Leonardo Hernández, de los jerezanos Fermín Bohórquez (hijo) y Luis y Antonio Domecq, así como del alicantino Andy Cartagena, sin olvidar al sanluqueño Paco Ojeda, que dejó constancia de su saber en su breve etapa como rejoneador.
Un poquito de mí
Por encima de todo me encanta mi profesión y el trabajo con el caballo, un animal que me apasiona, desde bien niño me llamaba la atención y me montaba cada vez que me dejaban, poco a poco fui adquiriendo conocimientos sobre el caballo pero se podría decir que me han salido los dientes montando a caballo. Me levanto y me acuesto a caballo, porque desde bien temprano monto los animales hasta bien entrada la noche, es una profesión un tanto sacrificada, muy bonita pero limita mucho el tiempo de ocio, aunque suelo practicar deportes como el ciclismo, natación, senderismo y tenis en cuanto tengo un hueco. Soy una persona muy volcada en mi familia a la que respeto y admiro, gran parte de ella forma mi cuadrilla y de ahí que Cartagena es un pilar dificilísimo de derrumbar. En lo que a hobbies se refiere pocos pero muy buenos, me gusta el cante, los momentos de guitarra con mi hermano Enrique y pasear por la orilla de la playa…
Biografía
Rejoneador establecido ya en la cumbre del rejoneo, lleva dos décadas en activo en las que la regularidad ha sido el denominador común.
Desde su debut en Nimes, en el año 96, el sobrino de Ginés Cartagena se colocó ya en la cima, toreando 54 festejos en esa temporada, y rozando los noventa en las restantes.
Su primera posición en el escalafón está avalada por una colección de puertas grandes y de triunfos en las principales plazas como: Madrid, Zaragoza, Castellón, Valencia, Málaga, Murcia, Albacete, Huelva, y Huesca, entre otras.
A lo largo de su carrera ha ido experimentando una notable evolución técnica que le ha aportado una mayor serenidad, aunque eso no ha supuesto la renuncia a la espectacularidad que lleva en la sangre. El suyo es un toreo de un corte diferente, con un estilo personal y fresco. Andrés Céspedes González nació en Benidorm el 30 de Diciembre de 1980. Su tío era el malogrado Ginés Cartagena y su padre iba con él como mozo de espadas.
Actúa por primera vez en público el 25 de febrero de 1996 en Nimes. La presentación en España fue en el mes de marzo de ese mismo año en Beniel, Murcia. Recibe la alternativa en la corrida matinal de la feria de Castellón celebrada el 8 de marzo de 1997 con toros de Guardiola Fantoni. Confirma el 17 de mayo de 1997 con toros de Ortigao Costa de manos de Joao Moura. Estaban también en el cartel Javier Buendía y Leonardo Hernández.
Carrera Profesional
La tarde de su presentación en público el 24 de febrero de 1996, en Nimes, fue en un festival homenaje a su tío Ginés en el que salió lanzado por su frescura y buen hacer y fue una de las más importantes de su carrera.
La temporada del 97 fue la de su alternativa, que tomó en la Feria de Castellón cortando una oreja a un toro de Guardiola. El 26 de agosto tuvo una destacada actuación en Bilbao con una mala corrida de Félix Hernández, y el 31 de ese mismo mes cortó un rabo en la plaza jienense de Linares.
En la temporada del 98 destaca la faena a un toro de Sánchez Cobaleda al que cortó las dos orejas en la Feria de Mayo en Jerez. Dos días más tarde abrió la puerta grande en la Feria deSan Isidro tras cortar una oreja en solitario y otra en la collera que formó con Moura.
Otra tarde importante fue la del 14 de junio, en la que salió en hombros de la plaza de Barcelona. El 15 de agosto toreó dos corridas seguidas: por la mañana en Dax, donde cortó tres orejas a una corrida de Sánchez Cobaleda, y por la tarde en Bilbao, donde consiguió una de un toro de Murube.
La temporada del 99 la acabó el primero en el escalafón con una colección de triunfos en las primeras plazas, como Castellón, Valencia, Nimes, Málaga, Albacete, Murcia, Huelva, Huesca o Jerez. Pero las más importantes fueron las dos orejas que cortó el 29 de mayo en San isidro a un patas blancas de Sánchez Cobaleda, que le sirvió para abrir la puerta grande de Las Ventas; y la faena de Zaragoza el 10 de octubre donde también salió en hombros.
La temporada 2000 fue una de las más extensas en cuanto a número de festejos: 81 corridas, 137 orejas y 12 rabos. Destacaron las tardes de Dax el 15 de agosto, la de El Puerto de Santa María el 15 de agosto y su actuación en la feria de Murcia, entre otros muchos triunfos como Granada, León, Plasencia, Cáceres, etc.
El año 2001 comenzó con un importante éxito en la Monumental de México, donde cortó orejas a toros de La Soledad el 4 de febrero. Salió a hombros en Castellón, Valencia, Málaga, El Puerto de Santa María, Cuenca, Murcia… además de triunfar en casi todas las plazas de tercera. Pero lo más marcado de esta temporada fueron sus tardes en Madrid. En la primera, en la feria de San Isidro, estuvo a punto de salir a hombros. Cortó una oreja a su primer toro y le obligaron a dar varias vueltas al ruedo en su segundo tras la negativa del presidente a concederle la oreja.
Después en la feria de Otoño se desquitó cortando tres orejas a ejemplares de Julio de la Puerta.
En la temporada 2002 redujo el número de actuaciones pero manteniendo el nivel alto en cuanto a éxitos, en 61 tardes cortó 123 orejas y 13 rabos. Lo más destacado, sin duda, fueron las dos orejas que cortó en la Maestranza de Sevilla el 21 de abril a un toro de Pallarés. Otras faenas importantes tuvieron como escenario las plazas de Córdoba, Albacete, Murcia y Jaén.
El 2003 fue también un gran año de éxitos en la que mantuvo el numero de corridas y aumentando eso si el numero de orejas cortadas una faena importante fue la de la feria de julio en Valencia como las tardes en Madrid y Sevilla.
En la temporada 2004 lidió un total de 61 corridas saliendo en hombros en 50 de ellas brillando la tarde de Albacete cortándole las dos orejas a un gran ejemplar de Don Fermín Bohórquez las tres orejas de Ciudad Real y recogiendo muchos premios como triunfador de grandes ferias.
El año 2005 fue magistral toreando 62 corridas en España y sumando otros 15 festejos por el sur de América quedando triunfador en casi todas las ferias internacionales. Gran tarde fue la de Ronda donde desorejo su lote de Benítez Cubero , la de Dax no fue para menos en la que corto 3 apéndices de un encierro de Galache y sus nombrados triunfos en Arles, Sevilla, el puerto de Santamaría, Nimes, Badajoz, Alicante, Burgos, Tarragona, Mejanes, Valencia, Santander, Huelva y Valladolid entre otras tantas plazas.
En la temporada 2006 fue la tarde mas polémica recordada en Madrid tras la negativa del palco de conceder la segunda oreja del encierro de Flores Tassara. Grandes tardes fueron las dos de Málaga cortando tres y dos orejas respectivamente , la de Castellón en la que se llevó el triunfador de la feria, León , Vitoria, Dax, Valladolid, Albacete, Murcia y el rabo en Zafra que le puso el colofón a una gran temporada.
La gran remontada en la tarde de Murcia es lo mas anecdótico de la temporada 2007 después de lo mal que se le había puesto la tarde y lo bien que la supo sacar adelante cortándole un rabo al toro de Fermín Bohórquez. Una temporada que como la tarde de Murcia fue de menos a mas y acabo triunfando en todas la ferias como: Alicante, Badajoz y Algeciras en las que hizo un doblete histórico tras torear en ambas ferias el mismo día las tres orejas de León, Huelva, Dax, El Puerto de Santamaría, el mano a mano de Antequera, Valladolid, Murcia y Zaragoza.
La temporada 2008 fue sin duda alguna la mas trascendental tras el triunfo rotundo en Madrid que le proclamó como triunfador del ciclo Isidril. Empezó la feria como acabo la temporada con triunfo y grande, se anunciaba en Castellón con una corrida de los Espartales y le corto las dos orejas quedando triunfador de la feria, otra gran tarde fue la de Valencia en Fallas, Málaga, Sevilla, Córdoba, Alicante que si no llega a ser por los aceros le habría cortado un rabo al buen toro de Fermín, León, El Puerto de Santamaría, Olivenza, la gran tarde de Málaga cortándole 3 apéndices a la corrida de Cubero, Valladolid, Murcia y Jaén en la que corto dos orejas aun complicado toro de Tassara.